Éxitos que tan sólo se vieron truncados por la derrota sufrida por las representantes neerlandesas en la final femenina de velocidad por equipos, en la que Alemania relegó a las locales a la segunda plaza del podio.
Un primer puesto que nunca estuvo en duda en la categoría masculina, en la que Holanda se alzó con el oro en la final de velocidad por equipos, tras aventaja en más de medio segundo -0.504- a Gran Bretaña, la vigente campeona olímpica.
Nils van Thoenderdaal, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland volaron, con una media superior a los 63 kilómetros por hora, sobre el velódromo de Apeldoorn para alzarse con el triunfo que se les había resistido en los dos últimos Mundiales, en los que Holanda fue plata, con un tiempo de 42.727 segundos.
Una marca inalcanzable para el equipo británico, al que ni el regreso del legendario Jason Kenny, ganador de seis oros olímpicos, la sirvió para poder doblegar a los locales.
Aunque sí para apear de la lucha por las medallas en la ronda precedente al máximo favorito, el conjunto neozelandés, integrado por Ethan Mitchell, Sam Webster y Eddie Dawkins, que buscaba su tercer oro mundial consecutivo en tierras holandesas.
Completó el podio el equipo francés, que se colgó la medalla de bronce, tras imponerse con un tiempo de 43.373 segundos a Rusia en la final de consolación.
Tampoco hubo dudas sobre la victoria de la holandesa Kirsten Wild en la final de «scratch», que se impuso en solitario tras protagonizar un fortísimo ataque a falta de cuatro vueltas para la conclusión al que no fue capaz de responder ninguna rival.
Wild, que ya se impuso en esta especialidad en el año 2015, precedió en el podio a la francesa Valentine Fortin, plata, y a la belga Jolien D’Hoore, que al igual que ocurrió el pasado año en los Mundiales disputados en Hong Kong debió conformarse con el bronce.
Triunfos que Holanda no pudo repetir en la final femenina de velocidad por equipos, en la que la pareja alemana Miriam Welte y Kristina Vogel, se impuso con un tiempo de 32.605 a las neerlandesas Kyra Lamberink y Shanne Braspennincx.
Welte y Vogel, terceras en los Juegos Olímpicos de Río y en los Mundiales de Hong Kong 2017, no desaprovecharon la ausencia de la final de las grandes favoritas, las rusas Daria Shmeleva y Anastasiia Voinova, que debieron conformarse con el bronce, para subir, por fin, al primer escalón del podio.
EFE
Source: Meridiano