Tener plantas en el hogar influye positivamente en las relaciones sexuales

Tener plantas en el hogar influye positivamente en las relaciones sexuales

Decorar la casa con plantas, flores y elementos de naturaleza viva puede influir positivamente en las relaciones sexuales al desencadenar, mediante el olfato y la vista, un incremento de la libido, explicó a Efe el psicólogo Raimundo Calderón.Basándose en la teoría del ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson, de que el ser humano actúa de manera más natural e instintiva en un entorno de naturaleza plena, afirmó que la naturaleza en la habitación o casa «sí puede ser un elemento que influya y propicie de manera más positiva el florecimiento de relaciones sexuales».
Los expertos afirmaban que «las relaciones sexuales en estados naturales provocaban mayor frecuencia en el incremento de la libido, mayor intensidad en la mujer y, en el caso del hombre, mayor duración durante el acto sexual», recordó Calderón.
Vivir en un estado más natural puede acercar a la especie humana a lo primitivo en el mejor de los sentidos, liberándola de prejuicios y estigmas, sin las jaulas emocionales que aplican inconscientemente las sociedades modernas, apuntó.
La relación, tanto cultural como biológica, del ser humano con la naturaleza le ha llevado a adornar su casa con seres vivos que respiran y que sienten, otorgándole beneficios como la mejora del estado de ánimo, del estado de relajación e incluso de la armonía con uno mismo y con los que le rodean.
El director nacional de psicología de la Universidad del Valle de México (UVM) explicó que la psicología ambiental «busca generar condiciones medioambientales que favorezcan situaciones psicológicas en el ser humano».
«Las plantas tienen esta característica de acercar al ser humano a situaciones de tranquilidad y paz por el simple hecho de estar en contacto con la naturaleza», afirmó.
En el caso concreto de las flores, estas generan -por su color y aroma- «posibilidades de relajación en los seres humanos», siendo muy importantes en cuestión de paz interior.
Para entender esto, comentó, uno debe remontarse a las entrañas de la madre, ya que cuando el ser humano está en el útero, el primer sentido que desarrolla es el olfato, «el más antiguo de los sentidos».
«Sin embargo es uno de los sentidos a los que menos atención ponemos porque estamos sobreestimulados por cuestiones auditivas y visuales», lamentó.
Que la naturaleza brinde beneficios al ser humano debe su explicación también a que «hay una parte física de nuestro cerebro que está alineada a la naturaleza».
Esta parte, conocida como cerebro primitivo o cerebro reptiliano, es la más antigua del cerebro y es la que permite a la psique mantenerse permanentemente en contacto con la naturaleza.
No solo eso, «es la zona donde estarían concentrados los sentidos y emociones que permiten mantenernos vivos».
Si ir más lejos, personas que han pasado su vida en la ciudad sin la posibilidad de establecer un contacto carnal con la naturaleza como «pisar descalzo el pasto», cuando lo hacen, experimentan sensaciones completamente diferentes a otras que hayan tenido en cualquier otro momento de su vida.
«Esto significa que esta parte del cerebro que compartimos nos hace tener cierta sensibilidad al contacto con la naturaleza», aseveró Calderón, quien agregó que, generalmente, las mujeres tienen más sensibilidad que los hombres a la naturaleza viva.
Sin embargo, lo biológico no descalifica la influencia de la cultura, ya que esta puede hacer modificaciones importantes en la relación con lo natural y sensibilizar más o incluso desensibilizar parcialmente.
Además de estos beneficios, al tener plantas en el hogar, el proceso de fotosíntesis hace que estas produzcan el oxígeno que nos auxilia día a día en ciudades cada vez más contaminadas.
EFE/ MF
Tags: PlantasRelaciones sexualesCategoria: Ciencia y Tecnología
Source: Informe 21

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