Diario la Palabra

Una mujer normal usando Linux, parte I

Soy ese porcentaje de personas que hace muchísimos años veía cómo algunos amigos y conocidos instalaban Linux en sus computadores y pensaba “KE PERNOS”, pero al mismo tiempo, leía sobre este sistema operativo que (como atractivo) era mucho más rápido de Windows y no le entraban virus pero su único problema es que no corrían todos los programas y para algunas cosas había que saber programar y ser gordo, tener espinillas y reclamar contra las feminazis en internet.

Lo más cercano que estuve a Linux fue cuando en mi liceo el encargado de la sala de computación instaló una distro (#EEEE) en todos los computadores, así que ya no podíamos instalar Messenger y chatear con la gente que nos gustaba porque no sabíamos cómo diablos hacerlo.

Hasta que, en un apuro computacional (mi pobreza sumada un computador viejo con Windows, que siempre se apaga solo y se sobrecalienta), decidí probar con Linux después de la recomendación insistencia de mi novio. Para tomar una decisión informada, por supuesto que abrimos una página seria y académica como YouTube y revisé qué ¿sabor? de Linux me gustaba más para instalarlo. Finalmente, después de pensarlo un poco, y considerando la pobreza de recursos de este pobre notebook, opté por Elementary OS, una distribución que proviene de Ubuntu.

Este señor español de buen aspecto del video de arriba explica todo muy bien y divide por categorías cada distribución. Como programador soy una excelente periodista, así que no quería algo que fuera muy difícil de utilizar. Debo reconocer que me dio un poco de miedo no entender nada o pensar que tenía que aprenderme comandos de memoria, pero la verdad después de un par de días he derribado varios de mis prejuicios al respecto.

No quiero decirles cómo instalarlo, pero sí les recomiendo que si deciden arriesgarse tienen que tener un buen espacio de disco duro disponible, particionar el disco y durante la instalación del SO pueden gestionar cuánto espacio le destinan a cada cosa. Lo recomendable es que le destinen 20gb al sistema operativo (ahí irán todo los programas que van a instalarle también), una cantidad sensata de espacio para que tengan sus archivos personales y denle un poco de espacio a la memoria swap (que apoya a la RAM). La idea de particionar es que si quieren tener Windows y Linux, puedan conservar su versión de Windows sin tocarla, tal como hice yo.

Les haré una amable lista de prejuicios que tenía contra Linux y si los derrumbé o no:

¿Qué me gustó?

¿Qué NO me gustó?

En el próximo capítulo: ¿Por qué eres así, Elementary OS?

The post Una mujer normal usando Linux, parte I appeared first on FayerWayer.


Source: fayerwayer