Decálogo para una Navidad segura con niños alérgicos a alimentos

Decálogo para una Navidad segura con niños alérgicos a alimentos

Las Navidades representan para muchos niños una oportunidad para conocer y probar nuevos alimentos. A esto hay que añadirle que, lamentablemente, no podemos apartar a un lado la alergia de nuestros hijos que ya conocemos por unos días. ¡Podemos llevarnos un susto enorme! Y es que las alergias alimentarias afectan a entre el 4 y el 8% de niños. Las más comunes son al huevo, a la leche, a los frutos secos, al pescado, al marisco, a las legumbres, y a las frutas.

“Salir a comer a casa de familiares, de amigos, o a un restaurante es muy agradable pero puede resultar algo complicado si tenemos que controlar que nuestro pequeño no esté en contacto con algún alimento concreto al que tenga alergia”, subraya la coordinadora de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, la doctora Cristina Ortega Casanueva.

Así, subraya que controlar una alergia alimentaria cuando los alérgenos están ocultos en los alimentos (huevo, leche, frutos secos, marisco…) puede llegar a ser una locura y, a veces, según destaca, se puede convertir en un tema cuanto menos preocupante para la familia. “Esto puede llegar incluso a limitar las actividades en familia: mejor no vamos, mejor no lo compramos, no sea que le dé alergia al niño”, advierte la doctora.

Con ello, esta especialista en Alergia Infantil recuerda el decálogo de normas publicado por la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), para una Navidad segura para niños alérgicos a algún alimento:

1.- Informar a la persona encargada de la comida. Es importante que quien se encargue de cocinar y prepara los alimentos conozca las alergias alimentarias de los niños.

2.- Leer los etiquetados de los productos. Hay que saber identificar alimentos que pueden estar ocultos y que aparecen en el etiquetado como aditivos, o con nombres técnicos. Tanto los productos envasados como los que se presentan sin envasar, o son envasados en el momento de la compra, están obligados por ley a facilitar la información alimentaria.

3.- Adaptar el menú. Es preferible cocinar recetas con alimentos que puedan comer todos los invitados. Además de minimizar riesgos, no hará que nuestro pequeño se sienta diferente por le hecho de tener una alergia alimentaria.

Y, si a pesar de esto, se decide realizar un menú diferente, y que contenga alimentos a los que el niño tiene alergia, se ha de tener un cuidado exquisito desde que se elabora el plato con el alimento implicado (en la cocina usar menaje diferente y no contaminado con el alérgeno) hasta en la mesa. Una buena medida es evitar las fuentes para compartir, pero lo que también lo es informar a nuestro niño de qué alimentos no puede tomar.

4.- Preparación de la comida: Deberán utilizarse utensilios de comida diferentes para cocinar los platos de los niños con alergias alimentarias, pues hay casos en los que un mínimo contacto con el alimento alérgeno pueden causar un shock anafiláctico. “Hay que tener en cuenta que uno de cada cinco casos de reacciones alérgicas en niños se produce fuera de casa y el principal desencadenante son los alimentos”, agrega la Dra. Ortega Casanueva.

5.- Inhalación. Hay que tener cuidado con la inhalación de humos y de vapores procedentes del cocinado de algunos alimentos como por ejemplo los pescados. “Puede ser motivo de reacción en algunos niños, por lo que estos deben quedarse fuera de la cocina mientras se preparan estos alimentos”, aconseja la especialista de Quirónsalud.

6.- Presentación. A la hora de presentar los platos no deben colocarse fuentes para compartir como de ensalada o pan, puesto que se corre el riesgo de que algún comensal favorezca indirectamente el contacto del niño con el alimento que le causa la alergia.

7.- Nuevos alimentos. La Navidad se convierte en una oportunidad para muchos menores de probar alimentos que nunca antes han probado, como los mariscos o los frutos secos presentes por ejemplo en los turrones. Hay que prestar especial atención en estos casos por posibles reacciones motivadas por una alergia.

8.- No ofrecer alimentos a los niños. A pesar de que los niños alérgicos a algún alimento están muy concienciados de su enfermedad, puede haber casos en los que no, o bien que sean muy pequeños como para saber qué pueden comer. Por eso será preciso tener el máximo cuidado a la hora de ofrecerles alimentos.

“Llegada la hora de los polvorones y los turrones se ha de prestar atención a los niños que los prueban por primera vez. Quizás han tenido algún contacto previo con el alérgeno y debutan con una reacción alérgica al tomar los dulces navideños. Es preferible no innovar y ofrecerles los dulces que sabemos que toleran de forma segura”, subraya la experta.

9.- Medicación de rescate. Allá donde vayamos es recomendable llevar siempre la bolsita con la medicación de rescate para administrarla en caso de reacción (antihistamínicos, corticoides orales, pluma recargada de adrenalina), y así poder actuar a tiempo, sobre todo en el caso de los niños con riesgo de anafilaxia que deben llevar siempre con ellos sus autoinyectores de adrenalina.

10. No aislar al niño alérgico. No hay que aislar a los niños con alergias a la hora de sentarse a la mesa ni apartarles. Deben sentirse como uno más evitando que se sientan excluidos socialmente.

Source: A tu salud

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