En un partido que enfrentó a dos gigantes en horas bajas, nos encontramos con un encuentro emocionante.
Para cerrar esta jornada, este lunes se enfrentaban en Old Trafford el Manchester United y el Arsenal. Hace unos años, este partido hubiese sido uno de los importantes en la carrera por el título, pero hoy es uno donde enfrenta dos grandes que no están en sus mejores tiempos.
Los de Emery llegaban a Manchester con la necesidad de ganar para no descolgarse de los puestos deChampions y con la presión del West Ham y Leicester que vienen en buena forma. Para esto salió con un 4-3-3 con Aubameyang en la punta de ataque y con un mediocampo conformado por Xhaka, Guendouzi y Torreira para detener los ataques de los Red Devils.
Mientras, en el lado rojo de Manchester las cosas andan aún peor. Fuera del top 10 y con las sensaciones de que el proyecto no avanza, Ole Gunnar Solkjaer necesitaba ganar para mantenerse cerca de los puestos europeos y para esto salió con lo mejor que tenia disponible. Pogba comandaría el ataque desde el mediocampo y Maguire la defensa en un 4-2-3-1 en el que resaltó la incorporación del canterano Tuanzebe por la banda izquierda.
Con esto arrancaría un partido que no se parecería en nada a esos que nos deleitaron hace unos años. El Arsenal buscaba la creación de juego desde atrás, pero se encontraba o con la ineficacia de sus jugadores o con un juego tosco del United que trancaba este intento. Mientras, el United fue una caricatura de si mismo. Los ataques no llegaban a nada producto de malas decisiones al pasar; cuando trataron de salir jugando la presión del Arsenal los trancaba y los obligaba a salir con un pase largo, y así estuvimos por un buen tiempo hasta que, en el minuto 44, Scott McTominay recibió un balón de Rashford al borde del área y lo terminó mandando a las redes con un remate de primera para irse con el 1-0 al descanso.
El Arsenal no bajaría los brazos y empezaría a dominar el partido en la segunda parte con un muy buen juego de balón. Esto generó el empate tras un pase de Saka a Aubameyang que terminó metiendo el gol del empate en el 57. Desde aquí el nivel del partido cayó. La defensa del United daba demasiado espacio a los jugadores rivales, pero estos no lograban rematar bien. Ambos equipos renunciaron a salir jugando y lo que se logró fue una sucesión de pases largos para ver quien se imponía a la contra o a la fuerza en la frontal. Conclusión, un partido mediocre para dos grandes.
El partido acabó con un 1-1 que no beneficia al ninguno
El Arsenal se distancia del Leicester, tercer clasificado, y queda igualado a puntos con el West Ham; mientras, el United regresa al top 10, pero empatado a puntos con el Burnley. Esto último es lo más preocupante. El Manchester United es un equipo histórico y que en los últimos años ha invertido bastante para estar en ese puesto. Triste situación para el mayor ganador de la competición.
Daniel Limongi/Informe21
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