Samuel Aldrey | @SamuelAldrey

En Anfield nunca se camina solo. El fútbol que sublima Jürgen Klopp en el césped del estadio de Merseyside es de un estilo de puro rock n’ roll. Su equipo no sabe a jugar a menos de 200 beats por minuto y así el Manchester United se sale goleado por 4-0 en el clásico de Inglaterra. 

Una victoria fabricada por los goles de Mohamed Salah (doblete), Sadio Mané y Luis Díaz que coloca a los ‘Reds’como líder provisional de la Premier League con dos puntos más que el Manchester City que debe jugar todavía ante el Brighton en el Etihad. 

Jürgen Klopp aplastó al Manchester United de Ralf Rangnick. Lo hizo con una autoridad asombrosa frente a un adversario que es solo la sombra de un pasado glorioso. Resultó que Phil Jones, Maguire, Wan-Bissaka, Dalot y David De Gea no pudieron aguantar ni medio partido de Sadio Mané, Luis Díaz y Mohamed Salah, punta de lanza de ataque y líderes de una organización defensiva que inicia en ellos con el atrevimiento de una infatigable presión. 

La multitud ‘red’ se congregó en Anfield siendo empáticos con el United ante el desgarrador fallecimiento del hijo de Cristiano Ronaldo, pero también les dejaron un duro mensaje desde la tribuna: «Imaging Being Us» (Imaginen ser nosotros). Durísimo mensaje con salpicada de burla y después de la exhibición del Liverpool, seguro algunos hinchas se imaginaron exactamente ser como ellos. 

Klopp para este partido continuó con su entusiasmo por el colombiano Luis Díaz y para hacerle un hueco en el equipo titular, el entrenador del Liverpool le asigna el extremo izquierdo, hace hace poco el sitio sagrado de Mané. Esta maniobra, lejos de generar conflicto con uno de los mejores jugadores del equipo, ha hecho un ataque mortífero. 

Mané cumple ahora el rol del delantero centro y permite al colombiano recalar en su posición natural. Este doble encaje ha generado una maquinaria imparable que ya sufrió el propio Manchester City en la FA Cup. 

La victoria del Liverpool ante el United se edificó a partir de ese tridente de heavy metal a partir de una presión dirigida por Mané contra los débiles centrales del United -Jones y especialmente Maguire-. 

Así en cinco minutos dio comienzo una sandunga de fútbol. Una rápida combinación en el centro del campo con Henderson como principal director de orquetas permitió al Liverpool hallar por derecha a Salah que habilitó a Luis Díaz. Gol, el United se venía abajo. 

Luego fue el propio Salah que hurgó más en la herida. En una jugada propia de un entrenamiento, el egicio se halló en el arco. Dos toques del faraón al principio le dejaron en el balcón de área y en una bella pared con Mané se adentró en el área para abrir la brecha. 

El partido fue un monólogo del fútbol del Liverpool que solo tuvo que preocuparse de alguna solitaria galopada de Sancho o Rashford, pero el United sin ningún tipo de circuito de juego -desde la salida de Pogba por lesión- se halló con otro gol de Mané y un último puñal de Salah para culminar una sandunga en Anfield. 

Source: Meridiano