El prana es la energía vital que, de acuerdo con el sistema yóguico, nos recorre a todos y a todo constantemente. Nuestros cuerpos son los vehículos de esta energía y la manera de «llevarla con nosotros» es mediante los vayus. Este término significa literalmente «viento» y son estos centros los responsables de transferir la energía a través de nuestro cuerpo.
Si bien los vayus son sutiles tienen un impacto importante en la forma en que nos sentimos en el día a día. Por esta razón resulta vital conocer su funcionamiento para poder vivir acompasados con sus ritmos naturales. Te invitamos entonces a explorar la energía que fluye dentro de ti y a alinear tu cuerpo y mente con el mundo que nos rodea.
1. Prana vayu
Los vayus son cinco en total y el primero es el prana vayu: una energía que fluye hacia adentro que le brinda energía vital tanto a nuestro cuerpo como nuestra mente. Está vinculado con todo aquello que ingresa ya sea desde el aire que respiramos a la comida que consumimos sin olvidar las emociones que sentimos.
Se relaciona con la región del pecho y el proceso de absorción. Este vayu nos ayuda a observar el mundo en todo su esplendor y nos motiva a tomar la iniciativa y emprender los caminos que se nos presenten beneficiosos en nuestra vida. Las prácticas del pranayama y los asanas que abren el corazón son perfectos para movilizar y reconectar con el vayu prana. La postura del camello, la cobra, la bailarina y el puente son ideales.
2. Apana vayu
El apana vayu se centra en la región inferior de nuestro cuerpo y nutre los órganos reproductivos. Se sitúa en concreto en la zona del suelo pélvico y en el abdomen bajo. Este vayu nos recuerda que tanto lo que ingresa como lo que sale de nuestro cuerpo tiene una importancia mayúscula. Si dejamos o eliminamos demasiado no tendremos suficiente para nutrirnos y tanto nuestro cuerpo como nuestra mente lo padecerán.
Ahora, si recibimos demasiado también es probable que vivamos en desequilibrio. Así es que debemos encontrar un punto justo que nos permita el ingreso de nueva energía y al mismo tiempo saber cuánto dejar ir (un proceso muy similar al de la respiración). Para activar este vayu lo mejor es practicar posturas que nos enraícen y que se vinculen profundamente con la región en la que se sitúa. La postura del árbol, la pinza, el triángulo y la pinza de pies separados son algunas de las posturas que ayudarán a que la energía de este vayu fluya sin bloqueos.
3. Samana vayu
El samana vayu une las energías de prana y apana uniendo los vientos superiores con los inferiores. La región donde se sitúa es el abdomen y tiene injerencia sobre todo en los órganos implicados en la digestión. Esta energía potente converge para digerir no sólo alimentos sino también pensamientos, aire, experiencias y emociones.
En esta zona samana vayu crea una fuente de poder que nos mantiene en equilibrio y potencia la confianza en nosotros mismos. La motivación y la transformación son factores claves en este vayu. Los asanas recomendados para activar este vayu son las torsiones la postura de la silla, el barco y el cuervo.
4. Udana vayu
Udana vayu dirige la energía vital desde las partes inferiores del cuerpo hacia las superiores elevándolas a planos de conciencia superiores. Se focaliza en la región entre el corazón y la cabeza y se manifiesta fundamentalmente en la zona de la garganta.
Este vayu en particular resulta significativo si buscamos ahondar en nuestra práctica a nivel espiritual ya que gobierna nuestra forma de expresarnos, el metabolismo y el crecimiento desde la glándula tiroides. Aquellas posturas que dirigen el prana hacia las zonas superiores como ser el cuello y la cabeza son ideales. El pez, el paro de cabeza y la vela son algunas a tener en cuenta.
5. Vyanu vayu
El último viento es conocido como vyana e integra todos los vayus por eso se le llama también el «aire omnipresente». Vyanu gobierna las energías expansivas que se generan al mover músculos y articulaciones. Este vayu se vincula también con la circulación sanguínea y con los impulsos eléctricos de nuestro sistema nervioso. Todas aquellas posturas de parado son perfectas para activar vyanu vayu ya que comprometen la totalidad del cuerpo.
Al ser conscientes de la energía que fluye en nosotros posibilitamos que nuestra mente se conecte realmente con la energía vital. Y, aunque no lleguemos a dominar por completo el flujo de nuestra energía por medio de los vayus, al menos sabremos qué implica cada uno y tendremos herramientas físicas y mentales para equilibrarlos en su momento justo.
Fuente: Vix
LR
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Source: Informe 21