Harold Capote Fernández
En la temporada 2021 de las Grandes Ligas, Shohei Ohtani tuvo uno de los desempeños más fantásticos que se hayan apreciado en peletero alguno en la historia.
Como sabemos, el japonés tiene la grandiosa capacidad de rendir tanto a la ofensiva como en la lomita; en el primer aspecto su rendimiento se diseminó a lo largo del torneo, en las serpentinas experimentó un proceso evolutivo que vio su mejor momento en la recta final de la campaña.
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En ese transitar, Ohtani tuvo la virtud de prácticamente no otorgar bases por bolas y esa era una asignatura pendiente para él.
La superestrellas de los Angelinos de Los Ángeles ha realizado 24 aperturas desde el comienzo del año pasado; para reflejar esas mejoras analizaremos las dos mitades de esas subidas al morrito.
Entre el 4 de abril y el 30 de junio 2021 su tasa de boletos fue del 14%, la vigésima segunda peor entre 280 serpentineros. Pero, entre el 6 de julio y el 7 de abril esa cifra la bajó hasta el 3%, la sexta mejor entre 304 lanzadores.
Otra manera de apreciarlo es que en esas 12 primeras salidas cedió 35 boletos en 60 entradas. En las otras 12 dió 10 bases por bolas en 75 episodios. O para ponerlo de otra manera:
Para que tengan otra idea; en esa primera mitad en dos juegos (el 20 de abril contra Texas y el 5 de mayo vs. Tampa Bay) boleó a 6 en cada partido, mientras que en la segunda parte ha 10 transferencias.
Acá otro dato relevante; en las 12 primeras el porcentaje de embasados de los toleteros que enfrentó fue de .322; en las últimas 12 fue de .254.
¿Se ve cómo pasó de ser uno de los peores a uno de los mejores?
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Esta es una gráfica muy representativa de ese salto evolutivo:
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Ahora bien, una de las preguntas que puede surgir del por qué de esta mejora es, ¿qué hizo para lograrlo?
Se podría pensar que uno de los factores es que el nipón logró tener más control de la zona de strike, pero esto no fue precisamente lo que ocurrió, pues en esa citada primera parte dejó un 45% de sus lanzamientos en la zona, mientras que en la segunda parte apenas subió al 46%.
¿Entonces qué fue lo que aplicó Shohei?
Tomó los pitcheos a los que los bateadores no podían evitar hacer swing (recta cortada o split finger en inglé así como el slider) y comenzó a tirarlos con más frecuencia y más temprano en la cuenta.
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El gráfico muestra lo que fue 2021 y esa tendencia la prosiguió en su primera presentación de 2022, en ella abrió más turnos con curvas que en cualquiera del resto de las aperturas de su carrera, salvo una.
Esto pasó contra todos sus lanzamientos en las primeras 12 aperturas de 2021:
Tasa de swings del 44%
Tasa de swings a bolas del 25%
En contraste, en las siguientes 12:
Tasa de swings del 51%
Tasa de swings a bolas del 34%
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Visto de esto modo, la concluisión a la que podemos llegar es que Ohatni fundamenta su éxito en la aplicación de diferentes pitcheos en distintos conteos, tentando a los bateadores a que hicieran swing temprano en la cuenta.
Uno de los pocos aspectos «negativos» en todo esto es que ahora logra menos ponches; aunque un 28% para nada es una mala cifra, representa una disminición del 32% que anteriormente lograba.
Sin embargo, esto no debe ser motivo de preocupación, después de todo lo más ideal para un lanzador es lograr colgar la mayor cantidad de outs con la menor cantidad de envíos posibles, y si a esto añades una disminución o baja cifra de boletes cedidos redondea más la cosa.
Source: Meridiano