Taiwán, que ha estado libre de COVID-19 desde el 13 de abril de 2020, aprendió lecciones del brote de SARS de 2002, según dijo el epidemiólogo Chien-jen Chen. Describe los elementos clave del éxito de Taiwán. «Ojalá hubiera podido instar a la Organización Mundial de la Salud (OMS), China y otras autoridades a tomar medidas rápidas para evitar que el COVID-19 progresara de un brote local a una pandemia catastrófica. Taiwán intentó, pero no pudo, unirse a la reunión de emergencia del 23 de enero celebrada por la OMS, que no anunció el COVID-19 como una emergencia de salud pública de interés internacional durante otros 10 días».
De acuerdo a Chien-jen Chen, casi todos los ciudadanos en Taiwán cumplieron con las pautas y regulaciones para el control de epidemias. Solo cerca de 1,000 de las alrededor de 400,000 personas aisladas o en cuarentena en casa violaron la restricción. El resto sacrificó 14 días de libertad para permitir que 23 millones de personas vivieran, trabajaran y asistieran a la escuela con normalidad. «Estamos libres de COVID desde el 13 de abril», dijo.
Elementos clave del éxito de Taiwán
– Una acción prudente
– Una respuesta rápida (tomaron medidas el 31 de diciembre de 2020)
– Y el despliegue temprano de medidas de control, junto con la transparencia y la confianza pública con solidaridad.
«No necesitábamos implementar bloqueos de la ciudad o controles masivos. En cambio, aplicamos tecnología de la información e inteligencia artificial para llevar a cabo una prevención y mitigación de desastres de precisión. Estos esfuerzos incluyeron control fronterizo y cuarentena, distanciamiento social, rastreo de contactos, pruebas de precisión, control de infecciones hospitalarias y racionamiento y producción masiva de mascarillas y otros equipos de protección personal. El gobierno también brindó apoyo financiero a familias de bajos ingresos e industrias afectadas, y vales de estímulo económico a todos los ciudadanos» agregó Chen.
En una publicación en la página Nature, el epidemiólogo explica que la pandemia de SARS de 2003 les enseñó la eficacia y eficiencia de medidas como el control fronterizo, la notificación obligatoria de casos y el tratamiento de aislamiento, así como el rastreo, las pruebas y el aislamiento de contactos.
Chen enfatizó sobre la importancia del profesionalismo y la neutralidad política, que se ganan la confianza del público y el cumplimiento de las medidas de control de epidemias.
EA
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Source: Informe 21